¿Van a ser los fondos indexados una buena opción para el resto de 2022?

En un contexto tan complejo como el de la guerra en Ucrania, como es lógico, los mercados se resienten desde diferentes puntos de vista. Aunque hemos asistido a algunos movimientos bajistas, pequeñas recuperaciones, etc., la sensación no es positiva y esto hace que, en general, no sean pocos los pequeños inversores que se plantean cuál puede ser la mejor opción para su dinero.

¿Van a ser los fondos indexados una buena opción para el resto de 2022?

Y de nuevo, como suele ser recurrente en estas situaciones, se acude a herramientas que cumplan dos condiciones, por un lado, abaratar los costes para maximizar la rentabilidad, y, por otro lado, racionalizar la búsqueda de rentabilidad a través de una mayor dosis de realismo. Y, en este sentido, los fondos indexados son una opción verdaderamente valiosa y a tener en cuenta.

¿Por qué elegir los indexados?

Realmente cuando hablamos de elegir fondos indexados lo que estamos haciendo es apostar por un modelo de gestión de inversión: la gestión pasiva.

Aunque existen múltiples diferencias entre la gestión pasiva y la gestión activa, lo cierto es que hay dos que resultan fundamentales y que permiten entender porque los indexados pueden ser una buena opción a la hora de plantearse invertir en un entorno complejo como el actual:

  • Rebajan en gran medida los costes en relación a la inversión activa, ya que no necesitan tanta atención y aplican menos comisiones de gestión en consecuencia
  • No buscan batir a los mercados: lo que hacen es tratar de replicar el comportamiento de un índice, en ningún caso batirlo. Esto lo que hace es que sean inversiones más balanceadas y con una gran diversificación interna

Entre ambos conceptos lo que se logra es precisamente lo que nos referíamos: un modelo inversión más barato y más realista pegado a la realidad de la evolución de los mercados.

Por poner un ejemplo, si nosotros invertimos en un fondo indexado a NASDAQ, la composición de ese fondo tratará de emular la propia composición del índice. Esto lo que significa es que no necesita una atención expresa a la evolución de los activos y la gestión se reduce, y, por otro lado, que al final del ejercicio, el resultado será el mismo que el de los índices. Si tenemos en cuenta que, incluso en momentos de retroceso de mercado, los índices suelen tener un comportamiento relativamente bueno en relación a otras fórmulas de inversión, entendemos mejor el éxito de este tipo de gestión pasiva.

¿Va a ser un buen año para la gestión pasiva?

Realmente no lo sabemos. De hecho, el comportamiento de algunas bolsas y algunos de los principales índices del mercado ha sido bastante errático, y, sin apenas tiempo para recuperarnos del colapso de la pandemia, hemos entrado en los efectos de una guerra prácticamente en el corazón de Europa.

En este contexto las previsiones son complejas: lo que sí sabemos es que en general los indexados son fondos que siempre van a tener una fórmula menos agresiva y más realista respecto a la propia evolución del mercado.

Publicidad