Una de las principales dudas con las que comienza el año es si conviene vender los activos más rentables del pasado, si hay que recoger los beneficios que generaron y dónde hay que invertirlos.

Las incertidumbres se tornan todavía más fuertes cuando vemos, por ejemplo, que el Dax ha sido el índice que más flojo ha comenzado 2013. Y que en el Ibex-35, los mejores valores de 2012, como Grifols, Amadeus o Inditex, en en las cinco primeras sesiones están en negativo.

Dentro de la bolsa española, los analistas de Renta 4 recomiendan mantener tanto Grifols como Inditex. Aunque en la primera prefieren las acciones de clase «B», porque tienen un descuento del 25 por ciento respecto a las «A», con la única diferencia de que tienen menos derechos políticos. En Inditex, el «mantener» no es «comprar» pese al crecimiento que se espera de sus ventas. Jordi Padilla, de Popular Gestión Privada, cree que va a producirse una rotación sectorial desde el consumo estable hacia valores cíclicos, como materias primas o automovilísticas, o hacia compañías de países periféricos.

Daniel Álvarez, de XTB, también detecta ganas de entrar en los valores cíclicos, pero cree que el trasvase no se va a producir aún. Parece que hay un cambio de sentimiento, pero debe confirmarse. De hecho, hay analistas, como Antonio Castelo, de Interdin.com, que son partidarios de integrar en la cartera a valores defensivos con cíclicos. Los bancos, aunque no son valores cíclicos en sentido estricto, sí tienen mucha beta, es decir, exageran los movimientos al alza y a la baja de los índices. En 2012 destacaron los franceses, los británicos y algún americano. Álvarez cree que seguirán comportándose bien en 2013, pero afirma que quien entre de primeras en el sector, debería apostar por los españoles, que se quedaron atrás.

¿Y a nivel internacional?

La Bolsa alemana fue la más rentable en 2012 de entre las principales desarrolladas. Pero Padilla no cree que haya que vender Alemania para comprar otros países, como Italia, España o Portugal, cuyas perspectivas han mejorado. Los grandes gestores internacionales están ampliando el peso de Europa en las carteras aumentando la exposición a la periferia, pero no a costa de reducir Alemania, explica Padilla. Eso mismo piensa Álvarez que, además, añade como factor favorable para la bolsa germana que en septiembre haya elecciones.

«No es un mercado para entrar ahora, pero tampoco para venderlo totalmente. Quizás sólo una posición para invertirla en bolsa periférica, pero sobre todo en la segunda parte del año», afirma. Luis Lorenzo, de Dif Broker, opina que éste es el momento de aprovechar el «spread» a favor de índices como el español y el italiano y en contra del Dax.

Si sumamos las subidas de los últimos años de crisis, la bolsa más rentable es la americana. ¿Ha llegado la hora de recoger beneficios? Lo cierto es que los grandes inversores, como señala Padilla, están reduciendo el peso de EE.UU. a favor de Europa. Quizás sea un ejemplo a seguir por los pequeños inversores.

¿Y en emergentes y deuda?

Entre los emergentes, Turquía fue muy bien en 2012. El principal problema ahora, según Renta 4, junto con las tensiones geopolíticas, es la inflación, aunque las finanzas públicas siguen estando en niveles muy razonables y sus perspectivas de crecimiento siguen siendo sólidas. Los expertos de Renta 4 dicen que si hay mejora a nivel global, será de los países más beneficiados del mundo. Lo malo es, precisamente, lo mucho que subió el año pasado este mercado. Dado que los analistas en general consideran que 2012 será el año de Asia y, quizás, muy especialmente de Japón, quizá haya que recoger beneficios en Turquía para invertir en países situados un poco más al este.
El año 2012 fue un año muy favorable para la deuda privada. Por eso, Alberto Matellán, de Inverseguros, afirma: «La renta fija corporativa, en general, está cara». Pero admite que tampoco hay muchas razones para que se abarate: sigue teniendo la ventaja de la mayor rentabilidad en comparación con la deuda pública y la de la mayor seguridad respecto a la bolsa. Y más argumentos: la escasa circulación del crédito y los tipos de interés cercanos al cero por ciento.

Pero, posiblemente, sí sería interesante rotar la cartera de deuda privada a calificaciones intermedias, es decir, aquéllas que siguen siendo grado de inversión, pero que se encuentran en la frontera. Por ejemplo, las «BBB». Es una recomendación con la que coincide Inversis. «En el ‘BBB’ europeo es donde se encuentra más valor en toda la curva. Todos los sectores pagan crédito y, como era de esperar el sector financiero se sitúa a la cabeza, especialmente en periféricos», comentan los expertos de esta firma. Si se opta por calificaciones ‘A’, la apuesta debe ser por el sector financiero y por el energético.

Pero, en el caso de vencimientos a partir de 2018, sigue habiendo valor en casi todos los activos. Por áreas geográficas, los expertos de Renta 4 creen que pueden surgir oportunidades en la periferia europea en momentos de tensión.

Jordi Padilla, en cambio, no es muy partidario de aumentar el riesgo en la parte conservadora de la cartera, es decir, en la correspondiente a la renta fija. Si quiere aumentar el nivel de riesgo de las carteras y, por tanto, su potencial de rentabilidad, tiene que hacerse aumentando la exposición a bolsa. De hecho, este experto ha observado que las compañías, que en el último año y medio han procurado mantener su «rating» y, por tanto, han cuidado mucho a los bonistas sacrificando a los accionistas -por ejemplo, el dividendo-, ahora van a empezar a cuidar al accionista.

Además, como señalan desde Bank of America Merrill Lynch, el precio de las acciones está en su nivel más atractivo en 25 años en comparación con la deuda en grado de inversión. Una pista: hay compañías cuya rentabilidad por dividendo supera el 4 por ciento, mientras que el rendimiento de sus bonos es de un 1,5 por ciento.

Y, frente a la deuda de países como EE.UU. y Alemania, algunos analistas como los de AndBank aconsejan la renta fija de gobiernos de Asia en moneda local o de América Latina. Pero, también la de Italia o España. Sobre todo cuando haya momentos de tensión, como apuntan desde Inversis. Finanzas.com