^nino becerraEspaña no crece: su modelo sustentado en el endeudamiento está agotado. Sin ajustar a la inflación (ajustando sería peor) el PIB de España en el 2007 ascendió a 1,053 B €, en el 2018, tomando las previsiones del FMI, será de 1,052 B €.

Y como España no crece su recaudación fiscal es insuficiente para atender su gasto público, por lo que el saldo presupuestario español se degrada. Dejando a un lado las carencias que los servicios públicos españoles mostraban, en el 2007 el saldo presupuestario de España fue de 20,7 mM €, en el 2018, tomando como referencia el FMI, será de -21,0 mM€

Y como existe déficit hay que financiarlo. La deuda pública de España ascendía en el 2007 a 0,37 B €, en el 2018, siguiendo al FMI, ascenderá a 1,1 B €.

España no crece y ha de pagar -‘ha de pagar’: lo dice la Constitución- unos intereses por su deuda que superan lo que España va a crecer: entre el 2013 y el 2016 España deberá pagar 159,6 mM € en intereses y tan sólo va a crecer por valor de 25 mM €

Tremendo, ¿verdad?. Diez años tirados a la basura con el agravante de que la tendencia es terrible: otros diez años terribles según Hans Werner Sinn, Presidente del alemán IFO. Vean las últimas previsiones publicadas: las de la OCDE: ayer, y no son las peores en cuanto a PIB, ni en cuanto a déficit, ni en cuanto a desempleo, pero ponen el acento en algo malísimo: la evolución de la inflación: 0,5% en el 2014, 0,6% en el 2015:una situación deflacionaria, con todas las letras.

España iene un modelo productivo superado porque necesita ocupar mucho factor trabajo para crecer y al crecer ocupa mucho factor trabajo. Es un modelo malo a no ser que se construyan 800.000 viviendas al año y a no ser que la capacidad de endeudamiento privada crezca hasta el Cielo. Pero además depende enormemente del exterior: energía, tecnología, commodities, … Y arrastra una deuda privada tremenda: a 1,43 B € asciende el montante de los créditos concedidos por la banca, créditos que ya apechugan una morosidad del 12,6%, una morosidad que Barklays ha estimado que puede llegar al 14% al final del año, una morosidad a la que hay que sumar la que tiene almacenada el Banco Malo: el 2,6%. Una morosidad que aún sería superior sin las refinanciaciones efectuadas: 230 mM € de las que el 42% no tiene ninguna provisión porque eran créditos ‘normales’.

¿Qué dice el Gobierno? (este, otro de otro color pienso que diría lo mismo: ‘España ha perdido su capacidad de decidir’, ¿recuerdan?), pues que hay que hacer reformas, reformas para … ¿Para qué hay que hacer reformas?. Para que los mercados tengan confianza en España y así que España pueda continuar financiándose a un precio ‘asequible’. Vale, eso España lo está consiguiendo: a España le están comprando la deuda que emite para financiar el déficit que no puede reducir porque no crece. ¿Para qué más hay que hacer reformas?.

Pues … no se sabe. España está creciendo anémicamente apostando a unas exportaciones focalizadas en tres regiones: el 49,5% lo exportan Catalunya, Madrid y Andalucía, y en un turismo creciente en número y decreciente en gasto medio real por turista y día.

La Reforma Laboral facilita a las grandes empresas reducir sus plantillas y abarata a todas los despidos que necesiten / quieren realizar, y eso que España tiene una de las tasas de actividad más reducidas de Europa: el 59,59% a 30 de Septiembre. A pesar de eso el desempleo, nadie que hasta ahora hace previsiones, lo baja del 25% hasta el 2016, ni el Gobierno. (Ya: el empleo sumergido, vale: metan el subempleo).

Y luego está lo otro. Todo bicho viviente echa la culpa a la banca por no dar créditos (y eso que mucha gente ignora que, de una forma u otra, España lleva comprometidos con su sector bancario el 25% de su PIB). Las culpas. Pónganse la gorra de banquero y respondan: ¿puede darse crédito con este panorama?. ‘Es que, acusan desde del BCE, con la pasta que estamos dando a la banca española están haciendo negocio porque compran deuda pública’. Vale, prohibamos a la banca de España comprar deuda pública del reino, ¿quién hubiese comprado los 300 mM € de deuda española que la banca de aquí tiene en sus cajones?.

Pero las cosas se olvidan: el Premio Nobel Cristóbal Antoníu Pissarides manifestó el pasado mes de Mayo que los españoles debían estar preocupados por sus ahorros, y el periódico The Telegraph calificó de ‘insolvente’ a España por las mismas fechas. Exageraciones, algo de ello puede haber; pero Intermón Oxfam, una organización que no suele ser acusada de exagerar apunta que si la tendencia sigue como hasta ahora, en el 2025 el 42% de la población española puede ser pobre; no, no es un error: el 42%.

España es un país desequilibrado respecto a un cierto orden económico y social que debería tener, un desequilibrio que, pienso, las reformas que el Gobierno está abordando: las reformas que desde fuera se están dictando y reclamando, no van a corregir porque tal desequilibrio se halla incrustado en el modo de hacer de España.

España está de desguace. Llega liquidez de fuera, si, para comprar entidades y actividades problematizadas aunque viables: por poco y por un poco que es un excedente. En el interior un objetivo único: pagar los intereses de la deuda: con el crecimiento que se logre y con recortes; sin olvidar la reducción comprometida del déficit: entre 32 y 37 mM € en tres años.

Puede hablase del túnel, de la luz que hay a su final, de los destellos que puedan atisbarse en su interior o de las flores de invernadero que en su transcurrir puedan encontrarse, pero lo cierto es que eso que se tiene enfrente NO ES una recuperación, y hacia donde apunta España no es hacia una recuperación. ¡Y eso que hemos hablado de España, no de lo que pasa dentro de España!.

 

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.–  Lacartadelabolsa