Un joven de 30 años de edad me escribe un mail, el que viene a continuación. Como siempre no he modificado ni una línea.

“El mundo económico se está poniendo muy interesante. Me gustaría que si este verano puede vaya a mi isla (una isla del Mediterráneo), y verá la depresión económica en la que estamos inmersos. Un amigo mío es el gerente de la instalación de hidrocarburos de la isla, y está flipando de como han bajado las ventas de combustibles…, el otro día a las 11h ya habían terminado de cargas los camiones de combustible que reparten el mismo entre las diferentes gasolineras, cuando otros años terminaban a las 13h. De hecho, creo que es el primer verano desde que ha comenzado la crisis, en el que se ha notado un descenso en consumos…, como dice usted, la crisis tendrá como bondad que la contaminación bajará…

La isla se encuentra en una depresión económica…, en el año 1992 ya vivimos una, pero todo pasó muy rápido. Quebraron varias constructoras grandes, hubo gente que se arruinó, se vendieron apartamentos primera línea de mar por 4 millones de pesetas (ahora valen 150.000 euros a pesar de la que está cayendo), y todo se saneó rápidamente. Imagino que pasó gracias a que los bienes estaban poco hipotecados…, ahora el freno al descenso, son las hipotecas que tienen los bienes.

Añado que me gustaría que en (la isla referida) no aprovecharan la crisis para edificar nuestras preciosas playas vírgenes… Se puede arreglar lo que hay hecho. Demoler hoteles obsoletos y convertirlos en complejos de lujo SPA, relax y turismo sanitario…,

Por otro lado, le comento que en el año 2007 cuando trabajaba como ingeniero en (nombre de una ciudad española), continuamente me telefoneaban head hunters, ofreciendo el oro y el moro. Diciendo que no me preocupara por mi poca experiencia, que me pagan más que donde trabajaba, etc…, ahora con 5 años más de experiencia, he enviado mi CV a cientos de ofertas de trabajo a través de (nombre de una empresa de ofertas de trabajo por Internet) y el portal (nombre de un portal de Internet), y del único lugar que me han contestado a sido de Australia, diciendo que mi perfil les gustaba, pero que tendría que estar allí para entrevista de trabajo etc…, el resto de lugares nada de nada. En Europa apliqué a la oferta de RUCKER AG , y al cabo de 2 meses me dijeron que habían recibido tal cantidad de CV que habían encontrado gente mucho más formada que yo”.

Adjuntaba su CV para que me hiciese una idea.

Mi respuesta fue:

“Es lo que siempre hemos comentado: la oferta de trabajo es muy superior a la demanda, en todas las categorías profesionales, en todas las titulaciones, en todas latitudes, por lo que, obviamente, la demanda  puede escoger lo que le es más conveniente. Eso es lo que le sucedió con esa compañía australiana: su perfil encajó, supongo que como otros tantos. ¿Solución a esto?, pienso que no la hay dentro de la forma de vida que hemos tenido. Por ello la salida tendrá que ser individual y colaborativa: unirse con alguien para desarrollar algo para su comunidad, y cosas en la línea. O irse a la otra punta del globo. O ser un megacrack, claro; lo que sucede es que también ahí la demanda es menor que la oferta.

A su CV le falta … ¡trabajo!. Con su edad, en los años 60 Ud. hubiera tenido ya un contrato indefinido y bien remunerado, y con inglés y francés ya ni le cuento. Pero en los 60 la oferta de trabajo cualificado era muy inferior a una demanda que no cesaba de aumentar”.

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Lo de Mr. Draghi y el BCE de ayer. Vamos a ver, imaginen que Uds. tienen pasta (o al menos todo el mundo acepta que la tienen y, por tanto, tienen crédito) y alguien les dice: ‘Oye, que Fulano necesitaría un préstamo’, y Uds. saben que Fulano está fatal y tiene unos problemas de pánico. ¿No dirían Uds. ‘Vale, pero que me lo pida y ya veremos como tiene los números’?; pues eso es lo que pasó ayer y lleva tiempo pasando: España, como país, está fatal, debe la tira, y encima no quiere pedir nada; dice que no pide porque eso supone pasar a estar en una lista, pero no hacerlo también lo supondrá.

Lo anterior nos lleva a dos preguntas. España no sólo no crece sino que decrece, no puede paga lo que debe porque no recauda lo que necesitaía, y sus cmpromisos de déficit los va a ir cumpliendo a base de motosierra en el ya suficiente gasto público. La inversión aprieta porque no se fían que España pueda pagar lo que debe, por lo que quieren asegurarse  de que va a reservar para pagar. Y España no pide cuando todo el mundo sabe como está.

Y mañana va a ser peor que hoy porque los efectos de cosas como las que están pasando se multiplican aunque esas cosas, per se, no vayan a peor. Las preguntas: y España, ¿qué va a hacer?, ¿cómo va a tirar para adelante?.

 

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull. lacartadelabolsa