– El Club de Berlín. Ya ha hecho públicas sus ideas, sus conclusiones. Lo técnico: un presupuesto único y cosas así, y lo político: es necesaria más democracia. Veamos.

Si varios acuerdan hacer algo porque se llega al acuerdo de que ese algo debe ser hecho, nadie podrá preguntar de qué forma se ha alcanzado el acuerdo porque el acuerdo se habrá tomado con la participación de todos, por lo que será democrático; y cuantas más cosas se acuerden así más democracia habrá. En otras palabras: democracia, de ahora en adelante, pienso que no debe ser entendida como oposición o discusión, sino como aserto. ‘Todos hemos acordado …’. Interesante los países que forman el club, repasen la lista.

* – Desde hace tiempo vivimos instalados en el lenguaje de lo posible-que-no-lo-es. Es un lenguaje que se mueve a dos niveles. Por un lado se dice A cuando se sabe que va a ser Z porque va a ser Z, por otro se dicen cosas para consumo interno y otras diferentes cuando se está fuera. A estas categorías pertenecerían, pienso, ‘Los brotes verdes’, ‘La luz al final del túnel’ y actualmente el ‘No van a ser necesarios más ajustes’. M. Jean-Claude Junkers lo dejó diáfanamente claro el pasado Martes 18 de Septiembre: a España se le van a poner condiciones muy duras. Algo por otra parte logiquísimo: nos van a prestar, y el que presta dice lo que hay que hacer, máxime teniendo en cuenta que España precisa de esos fondos sí o sí.

Lo que no deja de tener su qué. Cuando el mundo iba bien y España requetebien, todo el mundo se daba de tortas para prestarle a España (y quienes prestaban en España se daban dé tortas para prestar a la ciudadanía española). Cuando nadie ponía en duda que España pudiese devolver lo que debía, cuando quienes valoraban riesgos decían que ningún riesgo había en prestar a España, cuando aquí se encendían barbacoas con tarjetas oro y el más tonto hacía -a crédito, evidentemente- relojes, todo eran facilidades; ahora todo son ‘condicionalidades’. De ser España ‘alumno aventajado’ ha pasado a ser el ‘quiero y no puedo’, al que no se le fía y al que se le mira en la maleta no sea que se vaya a llevar las toallas. Condiciones muy duras. Pues eso.

* – Del famoso texto del Jefe del Estado en su sitio oficial destaco un apunte: «(…) sólo superaremos las dificultades actuales actuando unidos (…)”. Cierto entendiendo que es imposible salir de esta crisis actuando cada uno por su cuenta: sólo actuando de forma coordinada es posible salir, esto ya lo han leído Uds. aquí; pero ese salir, pienso, no puede ser de forma igual para todos, ni todos, al salir llegarán al mismo lugar, ni todos podrán salir de la misma manera. ¿Por qué?, pues porque los recursos son escasos, ya se sabe que lo son, y van a utilizarse en aquello que sea más necesario por quienes como administrarlos de la forma más eficiente.

* – Publicó recientemente el BdE que la caída anual del crédito, en los doce últimos meses, ha sido la mayor desde 1962. Tremendo, pero, pienso, es más tremendo aún. El volumen total de crédito vivo en, digamos, Julio del 2012, no se parece en nada al volumen total de crédito vivo en Julio de 1962. Ya sé que las tasas relacionadas con ese crédito pueden compararse, pero no me estoy refiriendo a eso, sino a volumen, a tamaño. Una caída del X% es una caída del X% hoy y hace 50 años, pero una caída de, por ejemplo, 600 mM hoy no tiene el mismo significado que una caída de 60 mM en 1962. Por muchas razones, pero sobre todo por dos: a) la deuda total era, en 1962, de risa en comparación con la actual, y b) el grado de globalización de la economía española era aún más de risa en 1962 en comparación con el de hoy. Si a eso le añadimos que hemos vivido una economía sustentada total y absolutamente en el crédito …

* – Me dice, en un mail a mano alzada, un periodista ‘de los de antes’, de esos de los que se decía que ‘tiene el colmillo retorcido’, en relación a los medios de comunicación escritos: “Están peor de lo que se escribe (en manos de la gran banca, desde hace tiempo, y de las grandes empresas de TICs, desde hace menos tiempo). El periodismo camina a velocidad de vértigo a ser comandado directamente y sin tapujos por dos o tres bancos y dos o tres empresas, estilo americano. O dicho de otra manera, los medios serán como sucursales bancarias o de empresas. Así de fuerte”.

Entonces, ¿lo del Cuarto Poder, en qué quedará?. Y ya no preguntemos por el Quinto.

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull. La carta de la bolsa