caidas235Cada vez son más los bancos de inversión que aconsejan a sus clientes institucionales prudencia a los actuales niveles de mercado.

Muchos de los informes que están circulando en sus grandes casas de análisis sugieren cierta sobrevaloración en el mercado de valores de EE.UU. y en algunos centroeuropeos.

Curiosamente, los periféricos se salvan de esa valoración, pues las revisiones del crecimiento de estos estados europeos tenderán a ser al alza, lo que da mayor potencial a sus mercados de valores.

Algunas casas hablan abiertamente de posible crash en las bolsas, aunque este es un comentario recurrente siempre que alcanzan nuevos máximos históricos.

El analista financiero Douglas A. Mclntyre recoge las creencias actuales más comunes para defender ese “hipotético crash de mercado”, que como veremos a continuación, en algunos casos son verdaderas, y en otros completamente falsas.

1. El ratio  PER del S&P 500 es demasiado alto. En este momento se sitúa en las 20 veces beneficio, lo que está muy por encima  del promedio desde 1871 (según el profesor Robert Shiller), de 15,5 veces beneficio.

A este argumento, defendido por una amplia corriente de analistas, se le pueden hacer varias críticas. La primera es que es cuestionable que un promedio histórico pueda ser válido para periodos económicos tan diferentes como los de finales del siglo XIX o el actual. Si consideramos el promedio desde la Segunda Guerra Mundial, más razonable desde mi punto de vista, la desviación respecto al nivel actual no es excesiva.

Por otro lado, la incertidumbre en las previsiones de los beneficios empresariales es actualmente elevada, por lo tanto, también lo serán los ratios de valoración que dependen de éstas.
De cualquier forma, es indudable que según esta medida, la bolsa americana está muy sobrevalorada.

2. La recuperación económica se ha ralentizado. La recuperación ha sido lenta desde la recesión. Si un débil Producto Interno Bruto, un pobre mercado inmobiliario, y un desempleo  históricamente alto socavan el mercado, el S&P no debería haber pasado del mínimo de 600 puntos a su actual nivel de más de 1.700 puntos en tan corto período de tiempo.

3. Las previsiones de ingresos son débiles. Este es un fuerte argumento. Muchas de las mayores empresas de Estados Unidos anticipan pobres cifras del cuarto trimestre, lo que podría extenderse a 2014. Entre las causas está una economía europea en recesión, esencial para el ingreso de muchas multinacionales. Los consumidores estadounidenses pueden haber perdido el poco optimismo que tenían, ya que la recuperación apenas ha mejorado el mercado laboral. Las empresas que dependen de las ventas al consumidor pueden tener problemas para publicar mejores números.

4. El gobierno federal podría cerrarse durante semanas o incluso meses. Este es otro argumento de peso. El gasto federal es una parte importante del PIB. Los Estados Unidos emplean a muchas personas, por lo que una caída de su poder adquisitivo sería dañina para la economía. Si Washington cierra, las nóminas de muchos trabajadores federales se verían afectadas. El ciudadano medio tiene motivos para estar preocupado.

5. Habrá una nueva recesión. Esto no es muy probable, incluso si el gobierno de EE.UU. cierra por un tiempo. El desempleo, aunque es alto para los estándares históricos, sigue disminuyendo hacia niveles por debajo del 7%. La vivienda se ha recuperado lo suficiente como para que la salud del mercado inmobiliario en su conjunto haya mejorado sensiblemente. El número de hipotecas por encima del valor del inmueble hipotecado, sigue disminuyendo, lo que deja a cada vez más personas con garantías hipotecarias positivas. Ese patrimonio, en el pasado al menos, ha ayudado al gasto del consumidor.

6. Los gastos del consumidor podrían dispararse. Otra hipótesis muy poco probable. Aunque los disturbios en Oriente Medio sigan, se necesitaría una catástrofe de alcance regional para detener el flujo de crudo de Arabia Saudita, Kuwait, Qatar y los Emiratos Árabes Unidos. La producción de petróleo en otros países con grandes reservas como Canadá, Rusia, Venezuela, Estados Unidos y China, no se ha reducido. Los precios del petróleo podrían subir temporalmente, pero es  poco probable que se mantengan elevados durante mucho tiempo.

7. Derrumbe de la economía china. Otro escenario poco probable. A pesar que el crecimiento se ha reducido brevemente este año, la mejora del PIB de China debería estar muy por encima del 7% en 2013. La mayoría de las previsiones de los expertos apuntan a un crecimiento del 8% en 2014. Existe preocupación por los altos precios de las propiedades residenciales y los elevados niveles de préstamos de los bancos regionales, pero es difícil creer que el gobierno central de la República Popular, no pueda hacer frente a estas incertidumbres con las enormes reservas monetarias que posee.

8. Oscuros movimientos se posicionan en contra del rally. Estos movimientos, casi invisibles para los mercados, creen que el único beneficio real en el corto plazo está a corto (a la baja). Estos grupos intercambian un gran número de acciones de empresas cada día, por lo que un interés común podría provocar fuertes caídas de las bolsas. Generalmente, las teorías conspirativas están equivocadas, y los participantes en estos “oscuros movimientos” tienen intereses tan dispares, que es poco probable que se pongan de acuerdo en una acción a gran escala.

9. El mercado se derrumbará porque siempre lo hace. Este es el argumento más poderoso para una gran corrección. No importa lo poderoso que sea un rally, el mercado no va a subir siempre. Esa observación es obvia, pero eso no impide que sea cierta. Lacartadelabolsa