Enhorabuena si ha conseguido atrapar una de las mejores oportunidades de inversión de este año: las acciones de los bancos europeos.

El índice Euro Stoxx Banks, que aglutina las principales acciones bancarias de la eurozona, ha subido un 50% desde principios de julio, impulsado por la esperanza de que el nuevo programa de compras de bonos del Banco Central Europeo (el llamado OMT, por su sigla en inglés) haya eliminado el riesgo de una ruptura de la zona euro.

Algunas de las subidas más importantes están en los bancos de los países en crisis, España e Italia. Pero esta es la cuarta vez que las acciones de la eurozona han subido más de un 20% desde principios de 2010, y siempre hemos visto como el rally se desvanecía, llevando a las acciones a precios por debajo de los anteriores. Y el Wall Street Journal se pregunta, ¿será esta vez será diferente?

Este es el mayor rally desde marzo de 2009. Esto da esperanzas a aquellos que creen que se ha marcado un punto de inflexión similar al de 2009; en aquella ocasión, el índice bancario del Euro Stoxx se triplicó en los seis meses siguientes, ya que los inversores concluyeron que el sistema financiero mundial había pasado ya lo peor de la crisis subprime de EE.UU.. Por otra parte, el repunte actual podría seguir el mismo patrón de reacción eufórica que vimos cuando el BCE aprobó las operaciones de refinanciación de largo plazo LTRO a finales del año pasado, cuando los bancos centrales inundaron el mercado con liquidez ayudando a prevenir un fallo sistémico en los bancos, pero que en última instancia no hizo nada para abordar los problemas subyacentes de solvencia.

Esta vez, la solvencia sigue siendo la principal preocupación, estando el sistema bancario español en el epicentro de la vulnerabilidad de la zona euro. Los préstamos dudosos aumentaron hasta el 9,8% de los activos totales en julio, según datos del Banco de España. La huida de depósitos se mantiene, por lo que la relación préstamos a depósitos subyacentes está ahora por encima del 180%. Los bancos españoles ya han pedido prestado más de 400.000 millones de euros del BCE, y si el sector oficial termina por sustituir todos los fondos del mercado del sector privado, podría subir alrededor de 1 billón de euros, dice UBS. Sin embargo, el plan de recapitalización bancaria que se anunciará este mes probablemente será de tan «sólo» 60.000 millones de euros de capital nuevo, más un adicional de 50.000 millones en activos transferidos al nuevo banco malo.

Eso dejaría a la banca española con una dependencia del BCE de cerca del 20% de su financiación, demasiada alto para atraer el dinero del sector privado y revertir la fragmentación del sistema financiero de la zona euro. En cambio, los bancos españoles seguirán bajo presión para reducir el apalancamiento, dañando aún más la economía y poniendo en peligro los objetivos de déficit del gobierno. Eso podría poner a prueba el compromiso de condicionalidad del que ha hablado el BCE.

En última instancia, la pregunta sigue sin resolverse: ¿quién soportará las pérdidas del desastre financiero de España? ¿Los contribuyentes, los tenedores de bonos o el BCE?

Los inversores que han comprado acciones en este rally ya han apostado: el BCE. O eso, o están esperando que España sea rescatada por una recuperación mundial de gran alcance.

Fuentes: Wall Street Journal, Carlos Montero – La carta de la bolsa