Hace unos días publicaba un artículo en el que señalaba que diversos Hedge Funds de EE.UU. estaban empezando a entrar en activos Europa. En principio están comprando deuda de los países centrales y nórdicos, así como algo de renta variable de estos países. Comentaba que dada la baja valoración del mercado español de renta variable, no tardaríamos mucho en conocer que los inversores internacionales también estaban entrando en el mercado español.

Pues bien, Matthew Lynn, presidente ejecutivo de Strategy Economics, consultora de inversión londinense y de gran prestigio entre los gestores de Wall Street, afirma que es momento de entrar en valores de España y de Italia. Afirma lo siguiente:

Una divisa que puede implosionar en cualquier momento. Un colapso del sistema bancario. Una profunda recesión, sin flexibilidad para impulsar el crecimiento ya sea a través de la política monetaria o fiscal. Es fácil en estos momentos el escenario bajista.

Pero todo tiene un precio. Y algunos mercados de la zona euro se están poniendo tan baratos que el momento de comprar no está muy lejos. Por ejemplo, hay un montón de grandes empresas y de calidad tanto en la bolsa de Madrid y Milán, como ENI o Inditex, que son más o menos independientes a lo que sucede en sus economías nacionales. Crecerán y prosperarán.

La primera fase de la crisis del euro incluía a mercados menores. Grecia y Portugal tienen pequeñas empresas cotizadas. No sorprende como se precipitaron ni como sus bolsas se derrumbaron. Sin embargo, incluso aunque se decidiera que sus mercados fueran una ganga, no había mucho que comprar.

La segunda fase fue diferente. La crisis se trasladó a España e Italia, y sus bolsas se estrellaron justo como lo habían hecho en los países pequeños. El selectivo italiano ha caído hasta los 13.000 puntos desde los 40.000 puntos de 2007. Ahora está por debajo de los niveles de 1994 –hace casi dos décadas. El mercado español cotiza por debajo de 7.000 puntos desde los 15.000 que alcanzó antes de la crisis. La última vez que vimos estos niveles fue en 1999.

A diferencia de Grecia y Portuga,l se trata de grandes economías y tienen algunas de las mayores empresas a nivel mundial. El índice italiano tiene al fabricante de automóviles Fiat, a la eléctrica Enel y a la gigante petrolera ENI. Grandes y sólidas empresas, con una gran calidad en sus activos. Otros gigantes son Luxottica y Salvatore Ferragamo, que venden productos a nivel mundial, y se aprovechan de su exposición a Asia, que no ha sido golpeada por la recesión en Europa.

El índice de Madrid incluye la cadena de tiendas Inditex, el gigante de telecomunicaciones Telefónica, y la empresa petrolera Repsol.

Por supuesto, no es difícil entender por qué los mercados de estos países se han estrellado. Sus economías nacionales se encuentran en una profunda recesión. Los costes financieros se han disparado, y por encima de todo, hay riesgo de reconversión, la posibilidad de que vuelvan a sus antiguas divisas. Y aunque existe la posibilidad de que la situación empeore, vale la pena repetirlo: todo tiene un precio. Muchas de las empresas de estos países tienen éxito a nivel mundial, y van a seguir teniéndolo independientemente de si la situación económica en sus economías empeora.

Tenemos el ejemplo de compañías con una exitosa evolución empresarial, y cuyas economías se encontraban en serias dificultades: Uniqlo en Japón. ARM Holdings en el Reino Unido. Ryanair en Irlanda.

Es cierto que las bolsas española e italiana pueden bajar aún más. Si el euro se rompe tendremos otro crash en el mercado de valores. Dicho esto, en el corto plazo tienes que ser muy inteligente o muy afortunado, o ambos, para comprar en el suelo absoluto.

Si España o Italia abandonan el euro, es probable que se suspenda la negociación en los mercados. Se introducirán controles de capital. Los bancos cerrarían sus puertas durante algún tiempo. Puede resultar engañoso esperar a esa situación para comprar los valores de estos países en las caídas. Simplemente no podrá hacerlo.

Si usted quiere comprar algunas acciones muy baratas y de gran calidad para el largo plazo, el momento es justo ahora. Claro que hay posibilidades de que se produzca una catástrofe, pero en gran parte ya está en precio. Carlos Montero – La carta de la Bolsa